El amor es así de volátil, cambiante.
Un día estamos bien y al otro estamos muy mal.
Tan mal que nadie se acuerda de nadie.
Nos odiamos con el paso del tiempo, a veces
somos indirectos , pero uno más
directo que el otro.
Con sutiles palabras quieren llegar a una pequeña
conversación que no terminan nada.
Es como un visto en Facebook
¿para qué escribir? Si ni leer
saben.
Nos queremos callar, pero en el fondo
el sentimiento nos revuelve más
y cada vez más daño nos produce.
Por ello, se evita en pensar, matamos las ideas
y los encuentro fugaces.
Nada funciona , absolutamente nada.
Ya no es como antes, cuando todo
iba bien o al menos parecía.
Esos momentos que solo son recuerdos, recuerdos
de la primera vez, del primer momento
de aquel día.
Del primer abrazo, del primer beso, de la primera salida,
de la primera vez de todo.
Jamás comprenderán lo que quieren, jamás
sabrás de verdad que quisiste; sin embargo, cuando la
importancia se acabe ahí será demasiado tarde.
Tan tarde que solo el recuerdo será lo
perdurable.
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