Saturday, July 19, 2014

last



Después de todo no ha sido nada malo, ya sabíamos que esto pasaría. Yo por un lado y tú por otro.
No pudimos pedirnos tiempo, pero quizá tú ya sanaste mejor que yo. Y desde la última vez que te vi, debo admitir que los calambres fluyeron. Son señales.






Son señales estúpidas, presupuestos que jamás sucederán. Yo sé la verdad que callas, más notoria no puede ser. Pero ya no tiene caso pensar que me afecte, porque ambos sabíamos que pasaría. Tarde o temprano eso iba a pasar, el cambio iba a presentarse, sorpresas que yo ya debía aceptarlas. Ahora, no debo hacerme ideas de qué sería si yo aún hubiera estado ahí. Igual tu meta ya la tenías trazada y yo no era parte de ella.






Ambos sabíamos que ninguno era parte del uno como del otro. ¿Viceversa? Sí, por supuesto.
Es de este modo en el que he seguido lo que aún le queda a mi vida. Igual recuerda que siempre te voy a desear lo mejor y que ganaste, no dejaste explotar todo lo que llevaba dentro.
Gracias por haberme enseñado a compartir y por los buenos momentos, estos formarán parte del pasada. Eso espero.






Al menos este año ya no nos encontraremos, ni me buscarás de reojo, pese a que nuestra distancia es recorrida por ambos, sé que no nos toparemos.


Es mejor así, como solías decirlo. Mejor que todo se haya acabado porque nada de eso iba a suceder. Fuimos unos locos enfurecidos por la vida y el querer vivir cada momento en verano. Las cosas han cambiado.




Ya no nos respiramos.