Empezaré desde el momento en el que supuestamente tú y yo éramos pareja o al menos eso decía la gente.
Nos conocimos hace tres años en el mismo curso de manualidades, la verdad no te tomé la mínima importancia cuando te sentaste conmigo para compartir un poco de arcilla y lo que restaba del trabajo en grupo.
Tú empezaste con una charla a cerca de tus dibujos que tenías en un boceto, yo que amo los dibujos no pude resistirme ante tal entusiasmante charla.
Y es donde aprovechas para invitarme después de la salida a que te acompañe a vernos en una tienda cercana de acá.Yo quise hacerme de rogar ,pues no es fácil convecerme,pero tú mirada y ese cabello castaño ruloso me incitaban a no negarte: acepté.
Cuatro en punto, muy puntual tú te acercaste a mí con un beso en la mejilla, te sentaste en el sofá y me invitaste un café, comenzaste con tus bocetos delineados de colores y tus expresiones faciales eran más que perfectas.
Cuatro semanas después ya eras mi enamorado oficial, me lo pediste de una manera muy cortés de la cual yo me enamoré y te acepté, he ahí donde empezó todo.
Las semanas de nuestro largo año y medio que compartimos fueron muy bellos y hasta diría que casi perfectos,pero cuando pasamos los dos años la situación era otra , el cambio radical en tu vida más que en la mí no era la misma desde que te conocía.
Nuestras salidas juntos eran muy cortas, ya no frecuentábamos el campo al donde siempre íbamos, ya no me dibujabas trazos de colores todos los sábados por las noches y las partidas de Scrabble quedaron en el abandono. Yo me sentía rara ante dicha situación, así que el viernes que no viniste a verme decidí salir en tu búsqueda , era obvio que no te encontraría en ninguna parte, pero tenía la fe como disposición de verte.
Me bastó caminar ocho cuadras abajo para ver tu rostro pegado al de una chica que no era yo, la verdad no sé quién era, yo permanecí en la vuelta de la esquina para que no notarás mi presencia. Era de claro que igual no te habría de importar, tú y yo ya estábamos muy mal, nuestro amor o más el mío no lo sé, acaba de romperse de alguna manera que no podía repararse y es por el amor que yo te tenía.
Días después te apareciste en mi casa con una sonrisa como si nada hubiera pasado en tu vida, te hice pasar y me resitír hacerte daño, lo único fue un pequeña conversación.
- Lo nuestro ya no puede seguir.
. ¿Por qué? - preguntaste cínicamente
- Porque no haz visto que nuestras vidas van de otro lado, tú ...
- ¿yo qué?
- Lo de nosotros ya no es lo mismo de antes, para qué explicarte si es suficiente vernos.
- ¿Nada más que agregar?
- No nada más.
Salió por la puerta y se marchó, último momento de mi vida para saber que existía, rastros de él ya no existen en mi vida. Solo quise que se acabara todo y eso fue ,
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